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.£g1 £b2un peón y con ello virtualmente el juego.35.e5 dxe5Movimientos defensivos hubieran deparado36.¦b1 £xc3pocas esperanzas, pues las torres negras37.¦c1 £d2operan muy fuerte en el flanco dama, v.g.:51 38.¦xc5 £f4+ 42.¢g2 f639.¢h3 £xf3+ 43.¦c7 ¢h740.£g3 £xg3+ 44.Abandonan.41.¢xg3 ¦a3+LA DAMA Y EL JUEGO CON LAS PIEZAS MAYORESSegún hemos mencionado anteriormente, la No es satisfactorio para las negras 18.dxc4; aprincipal característica de 1a dama es su gran causa de 19.¦d6; ni 18.bxc4; porque seguiríamovilidad.Tanto en el final como en el medio 19.£b7.juego, su ágil cambio de frente hace de ellauna admirable pieza de ataque que opera con 19.£a3! ¦fd8eficacia contra debilidades directas en laposición enemiga, o en asaltos contra el rey Si 19.bxc4 20.£d6 ¦fd8 21.¦b1 seguido deadversario.¦b7.El ejemplo que sigue demuestra cuánsuavemente puede trasladarse la dama de un 20.cxb5 cxb5lado a otro aun cuando la posición presenta 21.£a6!carácter parcial de bloqueo.Con la amenaza 22.¥xd5 exd5 23.£xh6.LasBOGOLJUBOW-MIESESnegras debieran evitarlo con 21.£h4! y las(Baden-Baden, 1925)blancas podrían continuar 22.¦d2,amenazando 23.a4! bxa4 24.c4.Diagrama 72XABCDEFGHY21.£h5?8r+-+k+-tr(7zp-+l+-zpp'Sólo en parte se preocupan las negras de la6-+p+p+-wq& amenaza citada.Ahora las blancas tienenoportunidad de efectuar un elegante sacrificio5+p+pzPp+-%que permite 1a entrada de su dama en las4-+P+-zP-+$líneas enemigas con una consiguiente red de3+-zP-zP-+-#mate.La combinación es meramente el lógico2P+Q+-zPLzP"desenlace de las previas maniobras de la dama1+-+R+-tRK!(£b2-a3-a6).xabcdefghy22.¥xd5! exd5En esta posición ninguna de las damas parece23.¦xg7+! ¢xg7estar colocada en situación activa.Las24.£f6+ ¢g8jugadas que siguen demuestran, sin embargo,25.¦g1+ £g4que las blancas están dispuestas para trasladar26.¦xg4+ fxg4la dama de su modesta posición actual yamenazar con ella simultáneamente las dosCon un recuento puramente aritmético, lasalas enemigas.Por contraste la dama negra,negras parece que tienen suficiente materialdebido a su prematura salida hasta h6, hapor su dama.Sin embargo, los dos peonesquedado completamente inútil.ligados de las blancas entran en juego,vigorosamente apoyados por la dama, en un18.£b2!avance decisivo.No sería buena jugada 18.cxb5? cxb5 después27.f5 ¦dc8de lo cual las negras tendrían contrajuego en28.e6 ¥c6la columna c.29.£f7+ ¢h830.f6 ¦g818.0-052 31.£c7 ¦ac8 10.£c2 ¦e832.£e5 d4+ 11.¦fd1!33.¢g1 Abandonan.La primera jugada exquisita que ya vislumbraEn el ajedrez moderno se originan con operaciones con la dama en la diagonal a1-frecuencia posiciones en las que ningún h8.Si las negras ahora jugasen 11.e4 segúnbando permite que se produzca debilidad podría suponerse por sus anteriores jugadas,alguna en sus peones y en la que ambos reyes la continuación 12.dxe4 ¤xe4 13.¥xg7 ¢xg7están bien protegidos de ataques.En tales 14.¤d4 ¤df6 15.£b2! daría ventaja a lascasos resulta por lo general imposible utilizar blancas debido a la fuerte posición de sulas funciones agresivas de la dama, como en dama.el ejemplo anterior, y por lo tanto, durantelargo rato debe limitarse a desarrollar sólo una 11.a5parte de su potencia.Entonces puede cooperar 12.a3 h6con las torres en su lucha por controlar las 13.¤f1 c5columnas abiertas; también puede ocupar 14.b5!diagonales importantes y aumentar el poderde los alfiles o bien cuando éstos han sido Las blancas pudieron ganar aquí un peón concambiados, asumir, inclusive, su función.Las 14.bxa5 ¦xa5 15.¤xe5 ¥xg2 16.¤xd7 ¥c6operaciones de la dama en las diagonales es 17.¤xf6+ ¥xf6 18.¥xf6 £xf6; pero launa característica común de muchos sistemas resultante debilidad de la posición de su reymodernos de apertura en los que los alfiles se habría dado a su oponente considerableshallan fianchettados ; pues un intercambio posibilidades de ataque.de éstos para eliminar alguna valiosa piezadefensiva es a menudo un objetivo 14.¤f8importante, y la resultante diagonal libre es 15.e3!utilizada por la dama.Un sencillo ejemplo esla bien conocida variante de la India de dama El principio de una maniobra con la cual lasen la que las negras, después de 1.d4 ¤f6 blancas abren la columna de dama y la2.¤f3 e6 3.g3 b6 4.¥g2 ¥b7 5.0-0 c5 6.c4 diagonal a1-h8.cxd4 7.¤xd4 ¥xg2 8.¢xg2 generalmentecontinúan con 8.£c8 seguido de £b7+.15.£c7Quizás el más grande exponente de las 16.d4 ¥e4operaciones con la dama en largas diagonales 17.£c3?fue el gran maestro checoslovaco R.Reti.Supartida contra el campeón del mundo en Un error táctico que pudo haber ocasionado aaquella ocasión, Capablanca, ha dado la las blancas la pérdida de una gran parte de suvuelta al mundo.ventaja.Más preciso era 17.£c1 conconsecuencias similares a las de la partida.RETI-CAPABLANCA(Nueva York, 1924) 17.exd418.exd4 ¤6d7?1.¤f3 ¤f62.c4 g6 Después de este error todo está otra vez en3.b4?! ¥g7 orden para las blancas.Mucho más fuertehubiera sido 18.¤e6 19.£c1 ¦ac8 con juegoMejor es 3.a5! 4.b5 d6.complicado.4.¥b2 0-0 19.£d2! cxd45.g3 b6 Era preferible mantener la tensión en el centro6.¥g2 ¥b7 con 19.¦ad8.La jugada del texto, que gana7.0-0 d6 el peón c a cambio del peón d, deja una seria8.d3 ¤bd7 debilidad en b6; y también abre camino a las9.¤bd2 e553 blancas hacia el importante punto avanzado No es jugable 27.¦xe3 28.fxe3 £xd1de c6.29.¤f5 (o e6!) y el largo poder de alcanceejercido por la dama contra el rey se hace20.¥xd4 £xc4 aparente.Una mejor defensa, sin embargo,21.¥xg7 ¢xg7 descansa en 27.¤e5, en cuyo caso las22.£b2+! ¢g8 blancas podrían mantener su ventaja con23.¦xd6 28.£b3 o bien provocar un final de partidafavorable con 28.£e2 en el cual el peón b deDiagrama 73las negras significa una seria desventaja.XABCDEFGHY8r+-+rsnk+(28.¤c4 £c57+-+n+p+-'29.¤c6 ¦c730.¤e3 ¤e56-zp-tR-+pzp&31.¦1d5! Abandonan.5zpP+-+-+-%4-+q+l+-+$Después de 31.¤c4 32.¦xc5 ¤xb2 33.¦c23zP-+-+NzP-#¤a4 34.¤d5 las negras pierden una torre.2-wQ-+-zPLzP"Es interesante observar que la dama blanca1tR-+-+NmK-!ocupó la gran diagonal en la jugada 22 yxabcdefghypermaneció inmóvil en la misma casilla hastael final, y que su latente poder agresivo fue unUna observación del diagrama muestra elimportante factor en la rápida victoria.Poréxito de la estrategia de las blancas: su damaotra parte, la dama negra estuvocontrola la gran diagonal y crea ocultasconstantemente en acción, por su situaciónamenazas contra el rey negro (véase la nota aexpuesta tenía más importancia que no lasla jugada 27 de las negras).amenazas que originaba, y esto al finalPor otra parte, la dama negra resulta ser uncondujo a la derrota
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